Auschwitz

No Pude hacer una foto en blanco y negro. Intente hacerlas en color, pero solo lo consegui cuando el gelido viento cargado de nieve evito mi perfecta visibilidad y la sensación de frio inundo mi cuerpo. Todo en este lugar era sepia, ese languido sentimiento que te acompanaba en la visita, ese recuerdo siempre presente de esta barbarie, esa culpabilidad que te ahoga, esa tristeza presente en todo momento, detrás de esa puerta, detrás de esa curva, detrás de ese muro, al lado de la alambrada. Todo era sepia, carente de alegria, carente de presente. Todo era como esa foto que has visto de esa guerra, pasada, pero aun en el recuerdo, aun causante de penas y de heridas que no curan.

Esto es Auschwitz un lugar donde no me gustaria estar mas tiempo que esas 3:30 que duro nuestra visita. Un lugar con mucha energia negativa. Pero un lugar necesario, para recordar que los locos tambien llegan al poder y muchas veces tienen éxito en sus planes, por lo menos parcialmente o temporalmente. Un lugar para el recuerdo de aquellas victimas de una guerra en la que posiblemente ni siquiera habian luchado, en la que posiblemente ni siquiera se habian enfrentado a un regimen dominante en aquel instante, sino que simplemente mataron por ser diferentes. Un recuerdo para aquellos que piensan que el ser humano esta muy por encima de los animales, sobre todo de los monos.

La visita a Auschwitz es una visita que se tiene que hacer con una mente abierta y con ganas de aprender. Muchos notaran esa energia negativa e incluso provocara lloros (como pudimos comprobar nosotros mismos). Otros simplemente veran barracones, miles de metros de alambradas, zapatos, etc. Pero, ¿y si te pusieses en su piel?