Split era una ciudad de paso, un lugar de donde cogeríamos el vuelo de vuelta a Praga. Pero realmente nos sorprendió.
Habitualmente, los lugares dedicados a la historia están fuera de la ciudad y se han reconstruido por completo hasta poder observarlos en la actualidad de la misma forma en la que se divisaban cuando se construyeron, en Split sucede todo lo contrario. Sus ruinas están en el mismo centro de la ciudad y muchas de ellas son, eso, ruinas. Una apoteosis del pasado que ha visto cómo a su alrededor los edificios iban tomando más altura y poco a poco como el hormigón y los cristales dominaban el paisaje. Sin duda una ciudad viva.
En este lugar tuvimos un momento extraño. En la búsqueda de alojamiento se nos acercó un tipo para ofrecernos habitación (como es habitual). Y aceptamos una proposición con un gran descuento. Pero para ello tuvimos que pagar antes de llegar a la habitación y yo estaba sin dinero. Nos paramos en un cajero y literalmente me hicieron sacar dinero con Luiza en el coche. De verdad parecía este tipo de situación en la que volvería a verla dentro de 20 años en algún harén en Arabia Saudí. Afortunadamente no se fueron y pudimos disfrutar de nuestra estancia allí.
Mientras estábamos en Split visitamos el pueblo de Trogir, que era de bella factura pero parecido a los pueblos que habíamos visto con anterioridad.
Toca volver, y escribo ya desde Praga. Triste, echando ya de menos al mar y soñando que vuelvo pronto por esas tierras.

Final del viaje: Split
Etiquetas:
Croacia
Subscribe to:
Post Comments (Atom)

Labels
- Austria (2)
- Bosnia y Hercegovina (4)
- Croacia (3)
- Czech Republic (4)
- Germany (1)
- Montenegro (1)
- Poland (1)
Links
eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
No comments:
Post a Comment